Una tarde relajada...

Cuando se esperan palomas de Cabo San Vicente (630 Kms. a mi palomar) uno se reserva la tarde completa, se escaquea de todos los compromisos familiares y se prepara para sufrir hasta el anochecer, pero hoy la cosa, al menos en mi palomar, fue mucho más "relajada" de lo que se presumía a priori. En poco más de una hora tenía las cinco encestadas en casa como si simplemente hubieran salido a darse un paseo y no estuvieran volando desde la ocho de la mañana. Así da gusto esperar palomas de fondo... je,je,je,je. Sirva además como "dato a tener en cuenta" que fruto de mi "estrés de los viernes", que les comentaba por ahí abajo, hice un cambio de última hora en una de las palomas a encestar y justamente la incluida "por sorpresa" fue la primera en llegar... casi nada. Ahora lo que toca es empezar ya a pensar en el segundo Cabo San Vicente, que será dentro de quince días.

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