En Taiwan... Parte IV

Aunque con algo de retraso, ahí va la cuarta parte del artículo...

“12 de noviembre de 2010. Al día siguiente nos habían invitado a  visitar otro de los palomares punteros de la Isla, el del Sr. Dale Zen, que vive cerca de Taipei, en Chunghe. El Dr. Guo me comentó que el Sr. Zen tenía una forma muy particular de llevar su palomar, la cual, en su opinión, impedía el desarrollo de enfermedades en el mismo y hacía que que sus palomas gozaran de una salud excelente. Esto despertó inmediatamente mi curiosidad.
Desde lo alto de un edificio de apartamentos, un hombre nos saludaba. Era el Sr. Zen.  Desde allí abajo podíamos distinguir perfectamente la forma de sus inmensas instalaciones. Tras subir cuatro pisos llegamos hasta el palomar. Era una estructura impresionante, que ocupaba toda la azotea del complejo de apartamentos. Esto sería algo impensable en nuestras grandes ciudades, aunque debo decir que la gente aquí tiene un tremendo respeto por los colombófilos y ellos intentan siempre dar buena imagen y colaborar con el resto de la sociedad para evitar problemas con los vecinos.  Una vez arriba, no podía dejar de sentirme asombrado por las dimensiones y la belleza del palomar del Sr. Zen. Él nos explicó que sólo sus mejores amigos pueden pasar al interior del palomar y en, cualquier caso, siempre deben dejar fuera sus zapatos y emplear los “zapatos para invitados” que él les ofrece.  Considera que los zapatos “van a todas partes” y pueden ser un factor de contagio de múltiples enfermedades. Desde la altura de su palomar se podía divisar el paisaje a muchos Kms. de distancia, incluso se llegaba a ver el mar a lo lejos. Mr. Zen nos explicó también que él hace análisis de los excrementos de sus palomas a diario, para de esta forma poder anticiparse a cualquier problema potencial.
A  pesar de lo dicho, me permitieron entrar en el palomar y pude ver que su interior tenía el mismo aspecto que el del Sr. Número 1. Era un sitio extremadamente limpio. El Sr. Zen limpia su palomar dos veces al día para mantener impecable la salud de sus palomas. Para poder mantener este nivel de excelencia, se requiere dedicar mucho tiempo a la atención del palomar, del que el Sr. Zen dispone porque es un profesional de la colombofilia, al igual que también lo era el Sr. Número 1. En su tiempo libre ayuda a su hermana, que posee un restaurante en la ciudad.
Cuando las palomas del Sr. Zen son entrenadas desde cualquier punto de la Isla, siempre llegan muy sobradas y dan muchas vueltas sobre el palomar antes de posarse, demostrando lo fácil que ha sido para ellas. Cuando las palomas han volado el tiempo establecido, Mr. Zen silba con fuerza y las palomas se tiran como si fueran una sola y corren como locas hacia los comederos, donde les ha colocado exclusivamente la cantidad justa y necesaria de alimento para cada época del año. Él lleva un control muy estricto sobre qué comen sus palomas. Su idea es que las palomas deben permanecer siempre ligeras, pero fuertes. Pude observar en sus bebederos que el agua que suministraba tenía el color característico de nuestros productos Improver y AntiFungal. El Sr. Zen utiliza ambos productos y está plenamente satisfecho con ellos. Nos comentó también que en el norte de Taiwan se compite dos veces por semana, mientras que en el sur solamente una. El Sr. Zen comenzó en este deporte a la edad de 12 años y lleva ya 30 años de competición, con numerosos éxitos, pero el que más grato recuerdo le produce fue en 2004. Era una suelta organizada por la asociación del norte de la Isla y participaban 15000 palomas. El Sr. Zen había apuntado 32 pichones, de los cuales 28 consiguieron llegar hasta la final, lo que es un auténtico record teniendo en cuenta lo duras que son las sueltas previas a la final y el sistema de eliminatorias empleado aquí (si una paloma se pierde un enceste queda fuera de la competición). Llegada la suelta final, Mr. Zen clasificó su primera paloma en el puesto 16º y varias más en puestos cercanos a ésta. En total, el Sr. Zen ganó en esa suelta la nada despreciable cifra de 30.000 euros.
Tras acabar la visita, fuimos a tomar un aperitivo junto al Sr. Zen. Él nos guió con su moto hasta el local. Era un sitio realmente pequeño donde tuve la oportunidad de probar nuevas especialidades de la zona y una especialmente deliciosa, los “rollos de desayuno”. Entre más comía, más iban llegando a la mesa. La salsa picante con la que los servían también era delicisosa.
Tuvimos también tiempo para discutir sobre el trabajo veterinario del Dr. Guo en Taipei. Me comentó que una de sus tareas más habituales es la de realizar chequeos a las palomas que se importan de Europa, a petición de sus compradores. Según su experiencia, en el pasado era muy común que muchas de esas palomas llegaran con diferentes problemas de salud, especialmente los relacionados con temas de ovarios. Me recalcó lo importante que es controlar la salud de todas las palomas que se importan para garantizar que vienen sanas al 100%. Ese es uno de los trabajos fundamentales de su clínica, que atiende a los 100 clubes que existen en Taiwan. Son 100 clubes que, a su vez, agrupan a 100.000 colombófilos.”

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