En Taiwan... Parte III

Ahí va la tercera parte de la historia...

“… Fuimos recibidos por Mr. Number 1 y su ayudante en el piso bajo de su palomar. En este piso había trofeos por todas partes y fotografías de sus mejores palomas. Era una estancia preciosa y muy cómoda, donde os invitaron a tomar té. Al respecto de las campañas de viaje que se realizan en Taiwán nos comentó que son cuatro. La zona norte tiene la campaña de primavera (abril), la de verano (junio), la de otoño (septiembre) y la de invierno (diciembre). Se llevan a cabo dos sueltas por semana. Cada colombófilo puede elegir en que campañas quiere viajar. Mr. No. 1 y su ayudante suelen viajar sólo en las campañas de invierno y primavera. En la zona sur sólo hay tres campañas: primavera (marzo-abril), verano (octubre-noviembre) e invierno (octubre-noviembre). Sólo realizan una suelta por semana. No compiten en verano porque julio y agosto son extremadamente calurosos en el sur de la Isla.
Nosotros le entregamos a Mr. Number 1 un regalo consistente en: un lote de productos “Pigeon Vitality” (Improver & AntiFungal) y el gran éxito del 2010 en Europa y América el ‘Oxy-B’, que en breve será introducido en el mercado taiwanés. El regalo fue perfecto para Mr. Number 1, que, durante nuestra charla, ya nos había comentado el cambio tan positivo que había notado en sus palomas durante el pasado año, al comenzar a suministrarles nuestro productos.
Como han podido comprobar, el edificio donde se asienta el palomar está totalmente dedicado a la colombofilia, incluso hay una vivienda donde reside el cuidador. La vivienda de Mr. Number 1 se encuentra a pocos Kms de su palomar.
Una vez que terminamos el te comenzamos a subir para visitar el resto del edificio. En la tercera planta habían realizado una división para alojar los reproductores. Una de ellas aun estaba en construcción, mientras que la otra ya estaba plenamente operativa. El departamento que aun estaba por finalizar era mucho mayor que el que actualmente alojaba a los reproductores. La calidad de las palomas que pude ver aquí era sobresaliente. Entre las rejas del suelo y el techo del segundo piso había unas cintas deslizantes automáticas que permitían la fácil limpieza de todas las secciones del palomar.
Mientras visitaba esta parte del palomar y veía todas las palomas incluidas en el cuadro reproductor, me sentí como en medio de una exposición. No sólo por la cantidad de palomas que puede contemplar, sino también por lo impecable que parecía todo. Cualquiera diría que el palomar estaba siendo inaugurado ese mismo día, pero no era así. Este efecto se consigue mediante el cuidado y la limpieza exhaustiva del mismo tantas veces como sea posible al día. Esta forma de proceder tiene dos grandes ventajas: se aumenta la durabilidad de la instalación y se evita que las palomas puedan coger ninguna enfermedad. Todo ello gracias al excelente trabajo del ayudante de Mr. Number 1 para mantener este enorme palomar sin ni una mancha.
En relación a las palomas en sí mismas, me llamó la atención que, a pesar del asfixiante calor que hacía en esos días en Taiwán (28º en pleno noviembre), estaban perfectamente hidratadas y no daba la sensación de que para ellas fuese un problema relevante el soportar tales temperaturas.
Los palomares taiwaneses no suelen tener muchas palomas, porque ellos basan todo en la calidad y tras finalizar cada competición las palomas restantes son retiradas y comienza la búsqueda de un nuevo ganador.
Desde lo alto del palomar de Mr. Number 1 se podían ver numerosos palomares por todas partes, que intentaban copiar su estructura, sin conseguirlo. Mr. Number 1 comenzó a competir con palomas a los trece años. Hoy tiene en sus instalaciones un total de 300 palomas de primera calidad. Su mejor temporada fue en 2004. Ese año iniciaron la competición 14000 palomas, pero sólo superaron las rondas eliminatorias 20 de ellas y la de  Mr. Number 1 fue la ganadora. Desde entonces, él siempre se ha mantenido en los puestos de cabeza, lo que le ha hecho ser merecedor de su sobrenombre: Mr. Number 1!
Después de esta larga, pero placentera, visita, Mr. Number 1 nos invitó a comer en un restaurante típico de la zona, donde pudimos degustar los platos característicos de Taiwán y, por supuesto, su cerveza. Por más que comía sin parar, no dejaban de llegar nuevos platos a la mesa. Tengo que reconocer que todo estuvo muy bueno.
Muchas gracias a Mr. Number 1 por invitarnos a pasar este día tan fabuloso…”

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