Irse, quedarse... ¿cambiar?

En estos días, al menos en Gran Canaria, el debate de moda en los ambientes colombófilos trata al respecto de cómo debería ser nuestra relación con la Real Federación Española de Colombofilia. Con un poco de humor, podemos concretar las múltiples posturas del debate en dos tendencias:
  • Los que piensan que lo mejor es quedarnos en casa de "Mamá" Federación Nacional, siendo un buen hijo que entrega todo el sueldo en casa y luego mendiga que le dejen un poco de pasta para salir los fines de semana, mientras vemos como a nuestros hermanos pequeños les compran todos los juegos nuevos que salen para la Play.
  • Los que quieren irse a vivir al garaje de la casa de "Mamá" Federación Nacional, para ser "independientes", y no darle un duro de nuestro sueldo, pero luego subirle cada tercer día los calcetines y los calzoncillos para que nos los lave. Si sobra algo de comida también la pillaremos... para no bajar con el barreño vacío.
Aunque desde el punto de vista del "hijo canario" parece bastante evidente cuál es la mejor opción, les comento a continuación, de forma resumida y para el que le pueda interesar, cuáles han sido mis razonamientos personales para optar por una de estas dos opciones, aunque ya les adelanto que, sinceramente, a mi me da bastante igual cualquiera de las dos, pues yo soy de los que considera que la única colombofilia verdadera es la que se hace en los clubes y que sólo existe una competición justa y legítima cuando te enfrentas contra los palomares de tus alrededores (digamos en mi caso de la Isla de Gran Canaria). Con esto quiero decir, que no me interesan campeonatos nacionales ni regionales donde competiré contra palomares que sueltan desde mil puntos de suelta diferentes, en diferentes condiciones climatológicas y cada uno en la fecha que considera oportuno. Eso no es una competición real... pero a lo que iba, llegado el momento habrá que elegir una de estas dos opciones y este ha sido el razonamiento que yo he seguido para hacerlo.
Permanecer tal como estamos, es decir, siendo uno más en la nacional nos supone:
  • Ser el socio financiador de toda la colombofilia nacional. Algo así como, en el ámbito político-autonómico, podrían ser Madrid o Cataluña, es decir, los primos ricos que financian a los menos favorecidos.
  • Destinar parte de nuestro dinero a costear servicios y campeonatos que luego no revierten de ninguna forma en el colombófilo canario.
  • Mantener una burocracia duplicada. A día de hoy la estructura orgánica de la Nacional mantiene una serie de cargos carentes de contenido o duplicados con los ya contemplados en las estructuras regionales o insulares.
  • Estar "sub-representados" en todo los órganos nacionales, ya que, debido a la normativa que se plasma en la actual Ley del Deporte, no podemos disponer de un número de representantes nacionales proporcional al número real de licencias federativas que poseemos.
En conclusión, que el panorama no parece muy alentador en esta primera opción.
La segunda alternativa pasa porque los colombófilos canarios nos situemos en una posición de fuerza frente a la Nacional, la cual se materializaría mediante una no renovación de la licencia nacional y un cese en la compra de anillas. Con esto lo que se pretende es reducir sensiblemente el caudal de ingresos de la citada federación y, como consecuencia de ello, obligarla a negociar un "acuerdo favorable" con los representantes canarios (al menos, con la mayoría de ellos) en la Asamblea Nacional. En mi opinión, esta postura supone:
  • Un error de táctica. No creo que las posturas de fuerza, los gritos y la Policía Nacional sean las armas que deban emplearse en cualquier mesa de negociación... por mucha razón que se tenga, hay una norma general en la diplomacia que dice que siempre hay que dejar una salida al "enemigo"... para que no se sienta derrotado por completo.
  • Una más que dudosa ventaja económica para los colombófilos canarios. Uno supone que si dejamos de pagar a la nacional, tanto la licencia como las anillas, todo este tinglado de la colombofilia nos tendría que salir más barato, pero parece que no va a ser así, pues ya nos avisan que, si se deja de percibir parte de la subvención de la Nacional al reducirse el número de licencias, habrá que subir la licencia canaria. No lo entiendo. ¿No estaríamos reduciendo costes al prescindir de campeonatos nacionales, cargos super-remunerados, etc.?.... y con lo fácil que sería dejar que esa reducción de costes fuera directamente a beneficiar el bolsillo del colombófilo de a pie y que luego cada uno decida en qué gastarse ese dinero. Ante el argumento que esgrime la "Canaria - Insular" de que sin ese dinero no les llegaría para organizar sus correspondientes campeonatos, la respuesta es sencilla... que la diferencia la costee el que participe en los mismos... como ahora hacemos en los fondos. No me parece razonable que se cobre un fijo, por así decirlo, a todos los colombófilos independientemente de que luego participen o no en campeonatos insulares o regionales.
  • Pan para hoy y hambre para mañana. Suponiendo que la postura de presión tiene efecto, ¿qué conseguiremos?... y lo que me más me preocupa... ¿Cuánto nos durará?. No hay que olvidar que somos minoría en la Asamblea Nacional y que la "unidad canaria" está cogida con pinzas. Todos conocemos a los representantes de Canarias. Sabemos de sus andanzas y lo que sean dicho los unos a los otros antes de darse cuenta de que "están enamorados". ¿Quién me asegura que mañana no se vuelve a romper esto y cada uno vuelve a tirar para lo suyo?. Esto no es una película de ciencia ficción... basta ver la trayectoria de los implicados, los años que llevan ahí y lo que han tragado... sin que se les despertara esta conciencia que ahora no los deja compartir habitación con los dirigentes de la Nacional... a los que ellos mismos pusieron en el cargo.
  • Bordear la ilegalidad. Con esto me refiero a la pretensión de emitir y utilizar anillas canarias. Tal como está la ley a día de hoy, es perfectamente factible que no renovemos las licencias nacionales, sacando sólo la canaria, pero lo que no se soporta es lo de anillar con otras anillas que no sean las de la nacional. Tal vez, si se aprueba algún día la ley de la paloma mensajera canaria (o como la vayan a llamar), esto esté contemplado, pero, a día de hoy, anillar con anilla canaria supone lo mismo que ponerles un cacho de manguera en la pata, es decir, nada, no nos da ninguna protección legal... aunque también es cierto que la anilla de la Nacional tampoco nos protege gran cosa, si no basta ver nuestro día a día.
Por tanto, esta segunda opción tampoco pinta demasiado bien. Sinceramente, me suena a rabieta de nuestros directivos, que siempre vivieron felices a la sombra de la nacional y a la diestra del poder, sin importarles demasiado todos estos males que ahora denuncian.
Si a estas alturas se preguntan con cuál de las dos me quedo yo... ya les adelanto que pienso quedarme con la parte que más me convenga de cada una de ellas... intentaré hacerme una tercera opción a mi medida.
Para finalizar, me gustaría invitarlos a pensar durante un rato en otra alternativa que siempre ha sonado en la calle, pero que, evidentemente, nunca ha contado con el apoyo de nuestros directivos, pues supondría ponerlos en la calle. Me refiero a por qué no nos olvidamos de federaciones... de cualquier ámbito e imaginamos una gestión privada, eficaz y eficiente de la colombofilia. Esto ya pasa en muchos países de mundo donde existen organizaciones encargadas de gestionar los concursos, sin ningún tipo de intervención por parte de federaciones y similares... por ejemplo, la organización del Barcelona Internacional... por decir algo... pero esto lo dejo para un próximo artículo.

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