Llega el otoño...

Y no me refiero sólo a la estación que por estas fechas toma el relevo del verano... si no a los campeonatos de pichones que, como todos los años, se celebran en la isla de Gran Canaria. Lamentablemente, el panorama este año no pinta mucho mejor que los anteriores. Seguiremos compitiendo dispersos, en no sé ni cuantos mini-otoños, en lugar de en un campeonato único que aglutine a toda la Isla. Preferimos ser cabeza de ratón a cola de león... a lo cual yo sigo sin encontrar explicación. Incluso, diría que los propios organizadores de estos "micro-otoños" tampoco son capaces de encontrar argumentos para defender a sus criaturas, salvo los muy peregrinos del tipo": "... no vamos a permitir que nuestro dinero se los lleven otros...", "... yo no voy a recogerle palomas a esos cabr... para que luego ellos se lleven los premios", "... es que si vamos todos juntos siempre ganan los mismo..", etc. En resumen, una suma de orgullo y miopía que no hace bien alguno a nuestra colombofilia y que ha hecho que mucha gente pierda la ilusión por competir en otoño. Pero seamos justos. No sólo esto es lo que está desanimando a la gente. Hay otros muchos factores como:
  • La falta de organización. Se suspenden recogidas de forma injustificada o se recoge sabiendo que no se va a soltar, no se cuenta con la documentación necesaria para llevar a cabo las sueltas, se comunican las fechas de un día para otro, etc.
  • Las numerosas pérdidas. No se mira por lo pichones. Se empeñan en soltar a toda costa y les da igual que, como pasó el año pasado, esté diluviando y se pierdan más del 50% de pichones a las primeras de cambio.
  • Las fechas de suelta. Se están dando las sueltas en unas fechas claramente desfavorables para los pichones, con alta inestabilidad climatológica y con las palomas a medio mudar. Es jugar al pierde seguro.
En mi opinión, la forma de salvar los concursos de Otoño pasaría por:
  • Cambiar las fechas. Concursar con pichones del año es perfectamente factible en junio, julio y agosto. Se hace en todo el mundo, incluido en la España peninsular. Nosotros no podemos ser tan diferentes al resto de colombófilos. Seguro que si hacemos esto se seguirán perdiendo pichones, pero peor que ahora ya no nos puede ir... así que, ¿por qué no probar?.
  • Unificar los campeonatos. Una sola organización, una sola tabla de premios, una sola final y un sólo campeón insular que salga de entre centenares de participantes... creo que sería digno de ver y así era hasta no hace tanto. Tal vez, la clave pase porque sea la Federación Insular quien lo organice... aunque ya sé que muchos son los detractores de esta medida y que por eso se produjo la primera división de los "otoños", pero es que no se me ocurre otro "organizador imparcial" que pueda ser del gusto de todos. Se admiten sugerencias...
  • Valorar los pichones. Hay que tomarse esta competición tan o más en serio que la campaña de primavera, en la cual todos nos la cogemos con papel de fumar antes de soltar en un mal día (salvo algunos... ya lo sé... pero ese tema no toca hoy). Valoremos nuestros pichones y nuestro dinero.
Para finalizar, sólo añadir la desilusión que he sentido al ver que una iniciativa tan innovadora como fue el Open, que el año pasado celebró el club Fondo Club de Gran Canaria, este año no tendrá continuidad y se ha visto modificado para convertirse en otro micro-otoño como habrá cerca de seis o siete más en toda la Isla. La verdad que no me explico este cambio de rumbo después de los buenos resultados del año pasado, donde, además, no ganó uno de los que todos daban como claros favoritos. Lo que demuestra que a una suelta y una paloma cualquiera puede ser campeón. Lastima que no podamos repetir esa emoción este año. Esperemos que se reactive en el futuro.

Comentarios

ruben segura ha dicho que…
Gustavo no se si viajando en verano meteriamos mas pichones que en otoño, pero como tu dices por probar no se pierde nada ya que vamos de masacre en masacre.

Todo es intentarlo apoyo su mocion.
Un saludo y vete poniendo en forma al Tyson que este año tiene que procrear, jajajajaja

Ruben